#𝗣𝗿𝗲𝗻𝘀𝗮𝗗𝗶𝗴𝗶𝘁𝗮𝗹𝗣𝗶𝘀𝗰𝗼.
Pisco, 5 de octubre de 2025. Lo que debía ser una jornada de celebración y competencia sana por la Copa Perú se convirtió en una amarga lección sobre el respeto que merece el deporte.
El esperado encuentro entre Alianza Pisco y Diablos Rojos en el estadio Teobaldo Pinillos fue finalizado por el árbitro a falta de seis minutos para el pitazo final, luego de que se lanzaran botellas al campo y varios hinchas invadieran la cancha.
Del entusiasmo al descontrol
Durante gran parte del partido, la afición vivió con intensidad cada jugada.
Sin embargo, la tensión acumulada se desbordó en los minutos finales, obligando al árbitro a suspender el encuentro por falta de garantías.
Una reflexión urgente
Este lamentable episodio no solo empaña el esfuerzo de los jugadores y organizadores, sino que pone en evidencia la necesidad de reforzar la cultura deportiva en nuestras comunidades.
El fútbol, como cualquier disciplina, debe ser un espacio de unión, pasión y respeto.
Cuando la violencia se impone, pierde el deporte, pierde la ciudad y pierde la afición.
Voces que llaman a la conciencia
Dirigentes locales y representantes deportivos han condenado lo ocurrido, haciendo un llamado a la reflexión: “El deporte no puede ser rehén de la intolerancia.
Necesitamos hinchas que alienten con fervor, no que destruyan con ira”, expresó un vocero de la liga distrital.
El Teobaldo Pinillos merece respeto
El estadio, símbolo de encuentro y tradición en Pisco, merece ser escenario de gestas deportivas, no de incidentes que ponen en riesgo a jugadores, árbitros y espectadores.
La Copa Perú es una oportunidad para que los pueblos se expresen a través del talento y la sana competencia.
No permitamos que la violencia le robe ese propósito.
Con este resultado Alianza Pisco quedaría eliminado y podría ser sancionado por la liga de futbol por el terrible incidente.
#𝗥𝗲𝗱𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻:𝗔𝗻𝗴𝗲𝗹𝗩𝗮́𝘀𝗾𝘂𝗲𝘇 🙂